¿Perteneces a una familia ecológica?
En el podcast converso con buenos amigos, Lucy, una querida colega psicóloga con quien me gradué en la UCAB y su esposo Lloyd, quienes junto a su hija Alejandra conforman una de las familias más ecológicas que conozco.
Viven en una zona rural de Massachussets, Estados Unidos, allí tuvimos un grato encuentro para compartir sus ideas y sentires acerca de la ecología como un modo de vida, el ser amigables con la naturaleza de una forma cotidiana, nada forzada, con la convicción de que tenemos que cuidar nuestro entorno y nuestra casa para sentirnos bien.
Como dice Lucy, nuestro planeta es nuestro hogar y los adultos somos los máximos responsables para que este sea un lugar mejor para nuestros hijos y para nosotros mismos. Todo lo que hacemos por mejorar nuestro ambiente también mejora nuestras vidas, nuestra salud.
Tienen un huerto familiar, donde cultivan ciertos vegetales y frutas de forma orgánica. que consumen en su dieta y además regalan a los amigos y vecinos.
Nos comenta Lloyd en el podcast que cuando el visitó hace más de 20 años un vertedero de basura, le provoco llorar al ver cómo los humanos están destruyendo el ambiente y contaminando todo a su paso, viendo cómo el agua que su propia familia se toma puede ser tóxica decidió comprometerse a ser ecológicamente responsable, transmitirlo a su familia, ser portavoz de ese mensaje, porque sabe que es vital para las generaciones que vienen.
Y con papá y mamá siendo modelos ecológicos, Alejandra, su hija, creció viendo esta manera de vivir como algo muy natural, ahora que ya es una joven profesional, graduada en Música y por cierto, en Ecología también, cuando le pregunté si le ha sido difícil manejar esta forma de vida ecológica en su nuevo ambiente fuera de casa, ella me respondió que aunque muchos de sus amigos no tienen ese mismo sentido ecológico de vivir, ella respeta su comportamiento, pero en el fondo sabe que no quiere vivir así, que prefiere seguir siendo amigable con el ambiente y la naturaleza.
Y es que definitivamente los niños aprenden lo que viven, para Alejandra es simplemente la mejor forma de seguir sus actividades cotidianas como siempre lo hizo en su hogar, por eso es tan importante la educación en valores ecológicos desde la familia, la escuela y por supuesto la comunidad en general.
Ahora que Alejandra trabaja y vive en New York, junto a sus compañeros de apartamento siguen las prácticas ecológicas aún no siendo un espacio rural como en el que ella creció, siguen clasificando sus desechos y cuenta que guardan los restos orgánicos en una bolsa en la nevera para que no se descompongan y los fines de semana los llevan a un mercado de agricultores locales donde los reciben para hacer composta, así que están felices porque cada vez puede desechar menos en su hogar.
La excusa más común para no cambiar: ¡Ser ecológicos es más costoso!
Ante esta expresión de inmediato me hago otra pregunta, ¿cuesta más comer saludable que pagar los tratamientos en las clínicas al enfermarnos? Lucy me secunda y hace otra pregunta: ¿dónde quieres poner tu dinero?, porque ella comenta que mucha gente compra cosas costosas y que quizás no necesita, pero le parece que debe ahorrar en alimentos saludables porque los considera costosos.
Lee nuestro artículo en la web www.tuplanetavital.org para que te enteres de mucho más sobre este tema.
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