Esta historia nos invita a pensar sobre los frutos de la perseverancia.
Como pasa con el bambú, las metas que nos ponemos a lo largo de nuestra vida no se cumplen inmediatamente. Obvio, ¿verdad? Requieren mucha paciencia y esfuerzo.
Estos dos valores deberían formar parte de nosotros constantemente, vengamos de donde vengamos y tengamos la edad que tengamos. Por eso, la reflexión que nos deja este relato puede generar conversaciones muy interesantes... Entre niños, entre adultos, o entre niños y adultos.
🤔¿Crees que vivimos en una sociedad donde es demasiado fácil tener lo que quieres cuando quieres? ¿Eso es positivo o negativo?
👉¿La paciencia es un valor en auge o en declive?
👉¿Es necesario tener proyectos a largo plazo? ¿O genera presión al individuo?
👉¿Has tenido proyectos de este tipo? Como puede ser aprender un idioma desde cero📕, a tocar un instrumento🎺, ponerse fuerte en el gimnasio💪... Cambios imperceptibles de un día para otro, pero admirables al cabo de unos años.
Disfrutad el cuento, y si os gusta, ¡contádselo a alguien! 😍
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