Sin lugar a duda una experiencia de sueños convertidos en realidad, Esta ubicado a 45 minutos en lancha desde el en Cartagena, es una experiencia 11 de 10, la atención de todo su personal que se esmera por qué cada detalle sea único, en la playa, cabañas y restaurante, todo es todo. La playa es de arena suave blanca, con azules divinos que constantemente la limpian, con unos atardeceres y amaneceres que sinceramente nos emocionaron cuando los vimos, las cabañas con su toque místico en tela blanca, y maderas hace que lo que estás viviendo parezca de sueño, bañarse en la ducha de noche al aire libre escuchando el mar y el viento sobre las ramas nunca lo olvidaremos, También la comida es bastante rica me encanto las costillas con miel Wooww qué sensación en el paladar. Saludos a Mary que siempre estuvo pendiente de cada momento.
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