“Ellos le contestaron: Cree en el Señor Jesús y serás salvo, junto con todos los de tu casa”. Hechos 16:31 (NTV).La familia es considerada el núcleo de la sociedad, por ello, para el Señor es de las cosas más importantes descritas en su Palabra.
Para tener una vida familiar feliz, debemos reconocer que fue Dios quien la creó, y por ende es el que sabe lo que las hace felices. Pero ¿Qué espera nuestro Creador de cada uno de los miembros de la familia?
La Biblia dice que el hombre debe tratar a su mujer tal como Jesús trató a sus discípulos. Los esposos deben amar a sus esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a su esposa, a sí mismo se ama, porque nadie ha odiado a su propia carne. “Para los maridos, eso significa: ame cada uno a su esposa tal como Cristo amó a la iglesia. Él entregó su vida por ella“. Efesios 5:25.
Como toda organización, la familia necesita que alguien la dirija para funcionar bien. Incluso Jesús tiene a alguien que está por encima de él y a quien se somete. “Pero hay algo que quiero que sepan: la cabeza de todo hombre es Cristo, la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios”. 1 Corintios 11:3 (NTV).
La labor de la esposa es fundamental para que la familia esté bien atendida. La esposa y madre que así lo hace se gana el cariño y el respeto de su familia; “¿Quién podrá encontrar una esposa virtuosa y capaz? Es más preciosa que los rubíes. Su marido puede confiar en ella, y ella le enriquecerá en gran manera la vida. Esa mujer le hace bien y no mal, todos los días de su vida”. Proverbios 31:10-12 (NTV).
Jesús dio a los padres el ejemplo perfecto de cómo tienen que tratar a sus hijos. Cuando algunas personas quisieron impedir que los pequeños se le acercaran, Jesús les dijo: “Dejen que los niños vengan a mí. ¡No los detengan! Pues el reino de Dios pertenece a los que son como estos niños”. Marcos 10:14 (NTV).
Aunado a esto, para que las familias sean felices es fundamental que estudien las Escrituras. Todos podemos poner de nuestra parte para que nuestra familia sea prospera. Para ello, debemos imitar a Dios y demostrarnos amor. “Por lo tanto, imiten a Dios en todo lo que hagan porque ustedes son sus hijos queridos. Vivan una vida llena de amor, siguiendo el ejemplo de Cristo. Él nos amó y se ofreció a sí mismo como sacrificio por nosotros, como aroma agradable a Dios”. Efesios 5:1-2 (NTV).
Aunque es cierto que no lo vemos, podemos saber cómo actúa, ya que envió a su Hijo primogénito a la tierra. Él imitó tan bien a su Padre que ver y escuchar a Jesús era lo mismo que estar con Jehová y escucharlo. Así que todos podemos contribuir a que nuestra vida familiar sea más feliz si nos fijamos en el amor que demostró Jesús y seguimos su ejemplo.
Con información de Nayeli Rojas, Veracidad News
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