Santo Domingo, RD
12 de Junio del 2018
Licenciado
Danilo Medina Sánchez
Presidente de la República Dominicana
Su Despacho.-
Ciudadano Presidente:
Por este medio queremos hacer de su conocimiento nuestro más profundo rechazo al voto que usted, como responsable de la política exterior, y el canciller Miguel Vargas, presentaron en la Asamblea de la OEA acusando de ilegítima la elección presidencial en Venezuela y llamando a los Estados miembros y a ese organismo a establecer todo tipo de sanciones en contra de ese hermano país, que podrían incluir la aprobación de la Carta Democrática-OEA contra Venezuela.
Ese voto, ciudadano Presidente, no representa en absoluto a todos los ciudadanos y ciudadanas conscientes que creemos en los valores de Luperón, Gilbert, Juan Bosch y Caamaño, y en la supremacía de los principios de soberanía, paz, cooperación y no intervención como pilares del Derecho Internacional.
Ese voto, Presidente, es una vergüenza y una irresponsabilidad, pues da la espalda a los compromisos que el Estado dominicano tiene con la integración regional y la preservación de América Latina como “zona de paz”. Este voto es, por cierto, una negación de la Historia dominicana, pues nuestro pueblo que ha sido víctima de invasiones y sanciones imperialistas, así como de la conculcación de nuestra soberanía y democracia. Para dicho voto no existía la más mínima fundamentación, mientras fue evidente una descomunal campaña internacional que exigía, incluso, declarar la ilegitimidad de las elecciones en Venezuela aun antes de que se realizaran.
¿De qué sirvió gestionar un desagravio de la OEA hacia República Dominicana por la agresión de 1965 si hoy, en función de mezquinos objetivos, se tira por la borda y nuestro país aparece apoyando el mismo asedio y boicot que nosotros recibimos, esta vez contra otra nación amiga y solidaria?
Presidente Medina: alguien pudiera aducir que este voto fue un acto "pragmático" en pos del puesto obtenido en el Consejo de Seguridad de la ONU. Nosotros, en cambio, vemos en este hecho la continuidad de una política irresponsable pero consistente, que se ha manifestado antes en su apoyo al golpe de Estado electoral y los crímenes del señor Juan Orlando Hernández en Honduras, así como su inexplicable silencio ante hechos como el golpe de Estado en Brasil, la persecución contra el expresidente Lula (alguna vez aliado suyo) y los actos genocidas en Siria y Palestina.
Ciudadano Presidente: bajo estos códigos será muy difícil que el Estado dominicano pueda cumplir un rol activo y de liderazgo por la paz y el equilibrio del mundo, si se actúa dividiendo a nuestra región, poniendo en contra o abandonando a su suerte a pueblos enteros, y actuando a merced de los intereses de los colosos mundiales.
La política exterior no debe sucumbir al oportunismo ni las agendas particulares, sin terminar repercutiendo en graves consecuencias para el Estado y la sociedad mundial. La RD y su gobierno deben ser instrumentos de la paz, la integración y la convivencia pacífica a nivel regional y mundial y jamás de las políticas agresoras e intervencionistas de ninguna potencia.
Sin otro particular, los y las firmantes:
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