El ocaso de ‘Mariluna’, una actriz caleña, quien tuvo su debut en la popular serie ‘Padres e Hijos’ por allá en el año 92, no es diferente al de millones de personas, quienes tras probar la droga cayeron en un foso sin fin. Sin embargo, su historia se erige con una novedad, a sus 53 años desea retornar a la caja mágica y morirse en su ley: actuando.
Prima, según ella de David Guerrero -el niño rico en la serie Los Victorinos-, lleva esa pasión en la sangre. Se formó muy adolescente con el maestro Alejandro Buenaventura en el barrio Miraflores, de Cali y compartió escenario con grandes como Naren Daryanari, Robinson Díaz y Flora Martínez, en ‘La otra mitad del sol’, e incluso estuvo en el apartamento de Rosemary Bohórquez.
“Hice hasta 9° grado y me salí porque quería estudiar actuación. Estaba en ‘Los Cedros del Líbano’, en Pance, en un colegio de niños ricos. Todo lo tuve, crecí en un hogar bonito, fui muy afortunada. A los 18 años, me vine para Bogotá. Estuve en el apartamento de Rosemary porque la mamá de ella era novia de mi tío. Ella me recibió y yo ya había hecho mi curso y así empezó todo”, asegura María del Pilar Montoya Trujillo, ‘Mariluna’, quien alcanzó a estar en varios capítulos de la serie, según cuenta.
Probó la droga por un novio. Eso la llevo a vender el carro y a alejarse de su familia. Conoció al padre de sus hijos, Mariana y Miguel Ángel Giraldo, los cuales le fueron arrebatados por el bienestar familiar, debido a su condición de consumidora. La droga se la llevó en años, tanto que llegó a pesar 47 kg y a perder todos sus dientes por el bazuco.
“Tenía la cara aruñada porque por la ansiedad me la dañaba. Me entrevistaron en personajes del mundo y en varios medios cuando estuve en las calles donde no podían creer cómo estaba. Pasaba noches en pagadiarios y si no tenía dinero me tocaba dormir en los parques”, recuerda apenada. Como si revivir esos momentos la avergonzaran.
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