El Single Paradiddle es probablemente uno de los primeros rudimentos de tambor que aprendemos los bateristas y ejecutantes de tambor cuando nos iniciamos.
Su digitación (que puede apreciarse en el video) no es compleja, pero sí muy útil para desarrollar técnica de manos.
¿De qué forma? La clave está en la velocidad. Cada vez que pasamos de uno a otro escalón (corcheas a tresillos de corcheas, a semicorcheas, etc...) para aumentar la velocidad debemos modificar la forma en que lo ejecutamos: primero el papel protagónico lo tienen las muñecas, luego los dedos y para el último peldaño (en este caso las fusas) lo que se conoce como músculo fulcrum (aquél en el que se asienta el palillo) es vital para el control, que pasa justamente por administrar apropiadamente el rebote de palo contra el parche.
En este ejemplo, la negra está en 100 BPM, cerca de mi límite de ejecución en fusas para que suene limpio y claro (lo que es muy importante para su efectividad)
Prácticamente todos los días ejecuto los diversos tipos de paradiddles cuando caliento las manos. Hacerlo a diferentes velocidades me permite poner todos los músculos de la mano en acción y estar preparado para tocar.
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