La infancia es un mundo ingenuo donde muchos de nuestros sueños están amenazados.Algunos consiguen transitarla con suavidad y otros son probados en ásperas realidades, incomprensibles para la mente infantil.Edward Robert Hughes, pintor prerrafaelita, simbolista y romántico, parece decirnos que esa inocencia perseguida por las fuerzas de la oscuridad, puede ser herida y que sólo con la fuerza de la imaginación, la firme voluntad de sobreponerse a lo que nos fue arrebatado, un poco de suerte y la magia podemos recuperar las estrellas de nuestro camino.
