Juan quiere vender su piso. Tras varios meses intentándolo sin conseguir venderlo por el precio que él considera justo, decide ponerse en contacto con una agencia inmobiliaria para potenciar su venta.

Si bien es cierto que la agencia le asegura poder venderlo en un tiempo límite gracias a su acceso a carteras de clientes, a publicidad de pago en internet y a recursos como el Home Staging, también es verdad que se le cobrará una comisión por ello.

Juan le da vueltas al asunto, intenta negociar la comisión y solicita que se la disminuyan. Tras pensar mucho en ello se le ocurre la idea perfecta: ¿y si en vez de cobrarme a mí toda la comisión no le pido a la agencia que cobren la mitad al comprador?

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