En 1934, San Juan vivió su última revolución sangrienta: enfrentado con los sectores conservadores, e incluso con algunos de los que habían sido importantes dirigentes de su partido, el gobernador Federico Cantoni fue herido mientras salía con su auto de la Casa de Gobierno. Así empezó esa última revolución sangrienta sanjuanina: a los tiros y en pleno centro.
Una coproducción del AGN y el Ministerio del Interior.
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