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No pares de disfrutar de Con El Alma En La Mano, un gran éxito de Juan Piña & Jesualdo Bolaños.

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Autor: Roberto Calderón

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#SentirVallenato #JuanPiña #JesualdoBolaños #ConElAlmaEnLaMano

Letra:

Óyeme,
déjame decirte cosas,
déjame decirte cosas que a ti te importan,
te gustarán.

Negra, son,
son cosas maravillosas,
que aunque sean color de rosas
enamorado de mi saldrán.
Porque hace días que descubrí
que yo sí te quiero y de verdad,
que aquel amor que me hacía sufrir
a su regreso no sentí na’.
Que aquel amor que me hacía sufrir
ha su regreso no sentí na’.

Y bien merecido, estaba enamorada;
incalculable lo que yo te adoro
Sin poner condiciones, sin exclusividades,
sin fecha y sin espacio, sin tiempo y sin distancia,
porque el amor lo llena todo.
Tal vez aquel amor que tanto me engañaba
hoy es un pasajero que su ruta estable.
Y eso me abrió el camino para así encontrarte
y hoy eres mi adorada;
y hoy eres mi adorada,
fiel y hermosa niña,
y que sería de mí si no te veo mañana.

Si no te veo mañana,
ay, ¿qué sería de mí?
Ay, ¿qué sería de mí?,
óyeme, Kathy, si no te veo mañana.
Katherine, ¡qué linda!
Óyeme,
eres tú la hembra hogareña,
eres tú la hembra hogareña
que yo dijera en la canción.

Te encontré,
aunque me angustia una pena
y es que tus padres no quieran,
pero yo creo que es su posición.
Muera la guerra donde hay amor,
si ellos gustaran sería feliz
y si nos niegan su bendición
a rodar tierra me iré de aquí.
Y si nos niegan su bendición
a rodar tierra me iré de aquí.

Y partiré con el alma en la mano
un solo abrazo duele perderte.
Yo te enseñé a quererme,
y mis intimidades.
Más pequeño que grande
es el mundo y si quieres,
negra, a la vuelta he de esperarte.

Son cariño y amor lo primero en la vida,
primero que el dolor son en el diccionario,
porque en la vida real el dolor nos domina.
¡Ombe y así como!
Si ella me está adorando y si la adoro yo.
Hasta luego, dolor, lo demás no lo hablamos.
Hasta luego, dolor,
lo demás no lo hablamos,
lo demás no lo hablamos.
Ay, ombe. Hasta luego, dolor.
Hasta luego, dolor,
lo demás no lo hablamos.
Ana Elina Campo.
¡Viene!

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