Cuchilladas en la izquierda y en vísperas de elecciones cruciales, porque en 2023 -primero en autonómicas y municipales y después en generales- se decidirá el destino de España.
De fondo está sospecha de que la comunista Yolanda Díaz, que no termina de sacar adelante su proyecto 'Sumar', toma posiciones para terminar integrada en el PSOE y abrazarse del todo con el socialista Pedro Sánchez.
Tras tres días guardando un absoluto silencio, la vicepresidenta segunda del Gobierno PSOE-Podemos, decidió este 18 de noviembre de 2023 romper su mutismo para salir en defensa de ese bodrio legal bautizado como 'ley del solo sí es sí'.
Pero lo ha hecho marcando perfil propio y en una línea diametralmente opuesta al cierre de filas que ha impuesto Podemos con su ministra de Igualdad, Irene Montero, además de huir del ataque directo a los jueces. "Pido prudencia, no generemos alarma social", ha afirmado en Valencia.
Poco después del eco mediático de las primeras palabras de la vicepresidenta sobre la crisis y el hecho de que no dijera nada para defender a la ministra de Igualdad, Pablo Iglesias ha estallado contra ella. "Ponerse de perfil cuando machacan a una compañera no sólo es miserable y cobarde, sino políticamente estúpido", ha disparado en un mensaje en el que ha evitado citar a Díaz
Tampoco lo nombró hace dos semanas cuando el ex secretario general de Podemos lideró la arremetida contra ella en un acto del partido, donde la acusó de no "respetar" a su formación, entre otras muchas críticas. Reproches que al día siguiente reiteró en una entrevista muy dura en la Ser donde sí la citó.
Iglesias ha aireado ahora el profundo malestar que desde el martes lleva reconcentrándose dentro de Podemos por la falta de apoyo de Díaz y otros compañeros del espacio de Unidas Podemos, como Alberto Garzón (IU), a Irene Montero. Y que ayer, jueves, comenzó a asomar en otro mensaje del líder emérito de Podemos, en el que criticaba la "cobardía" de "una parte del Gobierno".
Ese día también hubo otro tuit de Pablo Echenique que aludía al silencio de la líder del espacio de Unidas Podemos: "Cuando la cacería adquiere dimensiones de fusilamiento, la obligación de cualquier camarada es apoyar. Primero, por decencia. Segundo, por estrategia. Porque cerrar filas cuando los rifles descargan pólvora contra una compañera es la única forma de evitar que nos maten uno a uno".
Ahora Pablo Iglesias se refiere igualmente a la situación que vive Irene Montero como una "cacería". A su juicio, el cuestionamiento público que está sufriendo por la rebaja de condenas a agresores sexuales por aplicación de su ley estrella ha confirmado "tres cosas": una, "la degradación creciente de buena parte del periodismo"; dos, "que la derecha judicial es un actor político"; y tres, "que ponerse de perfil cuando machacan a una compañera no solo es miserable y cobarde, sino políticamente estúpido".
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