En la primera parte: Marcelo (Jorge Martínez) se casa con Elsa (Marta Albertini) y Gina (Luisa Kuliok) queda en desconcierto total. En el intermedio: Marcelo se va acomodando al matrimonio con Elsa mientras que Gina se va reponiendo y se prepara para tomar los hábitos. Marcelo enviuda y Gina se convierte en Sor Piedad. Los niños Fiama (Andrea Barbieri), Aldo (Gabriel Corrado) y Virginia (Margarita Ross) crecen y vienen nuevos problemas consecuencia de viejos problemas y la terquedad de Marcelo. Fiama se entera de los planes de boda entre Aldo y Virgina (quienes no estaban enterados aún) y que no es hija de Elsa; furiosa con su padre por haberle mentido siempre y por la negativa del mismo a darle información sobre su verdadera madre decide irse al Convento de la Adoración, lugar gobernado por la temible Sor Paulina (María Rosa Gallo). Fiama que es bella como la madre pero tozuda como el padre, insiste con ir al Convento. Al principio Marcelo se resiste pero al final le viene bien para tratar de convencer a Aldo de que Fiama no tiene interés en él y que debe casarse con Virginia. Aldo y Virginia no entienden nada. Mientras en el Convento, Sor Paulina se encargará personalmente de domesticar a la díscola Fiama (la llamarán María). La vueltas de la vida hace que Sor Beatriz llegue como cocinera al Convento (Mónica Santibañez) y va va a ser testigo del clima de miedo y de las celdas de castigo, en donde se reencuentra sin saberlo aún con la niña que vió nacer en el Convento de Santa Ana. Pedro (Raúl Rizzo) duda por momentos pero Marcelo nunca; pero vuelve Carlos (Gustavo Garzón) en quien Virginia deposita todas sus esperanzas de una pronta resolución de los problemas, no tanto Aldo que anda desesperado. El primer plan es: Aldo y Virginia deben simular estar contentos con la boda mientras Carlos intentará ver a Fiama para confirmar que está en el Convento contra su voluntad. Grande será su decepción al no encontrar, por un lado, nada concreto sobre la investigación sobre el Convento, y por el otro, escuchar de boca de la propia Fiama que está por su propia decisión y desea seguir estándolo. Más decepcionados y desconcertados estarán Virginia y Aldo, de todos modos Carlos pide que sigan simulando. Sor Beatriz descubre la puerta secreta mientras Sor Paulina se erige Madre Superiora de facto, pero una monjita llega de Roma con el verdadero nombramiento. Al descubrirse la puerta secreta Fiama cambiará planes: en vez de hacer llegar carta a Aldo piensa que es mejor escaparse; mientras Aldo destrozado se quiere tomar el buque a cualquier lado. Estos clip: Sor Piedad realiza la lectura de su nombramiento como Madre Superiora del Convento de la Adoración. Aldo se da cuenta que es al pedo huir y acepta (¿?) casarse con Virginia ya que nada tiene ya sentido para él. Sor Piedad además de reencontrarse con Sor Beatriz, se encontrará por primera vez con una joven que le genera cierta inquietud, no sabe aún que se trata de su hija.

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