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Cuando se estudia una oposición, se invierte una enorme cantidad de horas y esfuerzo, de manera que en ocasiones, el suspenso inesperado produce un cierto trauma, lo que resulta en que sea difícil dejar de pensar en ello y dificulta y lastra todas las labores que se ejercen después. Aquí hablo sobre cómo resolver esta situación mediante tres técnicas:
- Desapegarse mentalmente del fracaso, dejando de pensar en ello con tres métodos: dormir más, ocupar la mente en una válvula de escape y meditar.
- Definir claramente el problema, sus consecuencias y cómo te sientes, como mecanismo para depositarlo en papel y liberarse, además de aprender a definir y pensar más claramente.
- Modificar el enfoque y tratar de ver el fracaso como un reto y una oportunidad para demostrar un nivel de fortaleza que no podrías mostrar si no tuvieras este obstáculo delante.

Espero que estas estrategias os ayuden tanto como a mi lo han hecho. Aunque, sin duda, hay una última y es tener la vista fija en la visión de lo que quieres. Una visión atrayente, que tenga poder de tracción, ayuda a superar los baches.

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