Su propia abuela y su madre conspiraron para derrocarlo.
Es Heliogábalo, emperador romano que reinó entre 218 y 222 d.C. Su gobierno estuvo caracterizado por su extravagancia y comportamiento errático. Desafiando las normas sociales y religiosas, se involucró en prácticas religiosas orientales y trató de introducir el culto al dios solar oriental Elagabal como la principal religión del Imperio.
Sin embargo, su estilo de vida extravagante y sus intentos de imponer su culto generaron descontento entre la élite romana y el ejército. Su relación con el Senado también se volvió tensa debido a sus acciones controvertidas.
Finalmente, en 222 d.C., Heliogábalo fue asesinado en un intento de golpe de Estado dirigido por su abuela Julia Mesa, la Guardia Pretoriana y el Senado. Su cadáver fue arrastrado por las calles de Roma antes de ser arrojado al río Tíber.
