El 8 de junio de 2023 un joven ruso se encontraba siendo parcialmente devorado por un tiburón cerca del paseo marítimo junto al Dream Beach Hotel en el centro turístico egipcio de Hurghada, en las aguas del Mar Rojo. Vladimir Popov, un joven de 23 años, se encontraba nadando pacíficamente cuando el animal lo atacó, llegando a engullir varias partes de su cuerpo y perdiendo la vida en cuestión de segundos.
Varias personas presentes en la playa en ese momento capturaron con sus teléfonos móviles el terrible incidente.
Según testigos presenciales, se escucharon los gritos de "¡Papá, sálvame!" por parte del joven momentos antes de su fallecimiento. Los bañistas y otros empleados del resort, donde el año pasado otro turista perdió la vida en circunstancias similares, salieron en busca del tiburón, que debido a la poca profundidad de las aguas no podía moverse rápidamente, y lo arrastraron hasta la orilla, donde hicieron justicia con él.
De acuerdo con la información del portal de noticias egipcio 'Al Arabiya', los científicos que realizaron la disección del tiburón encontraron restos de Vladimir Popov en su interior.
El mismo medio explica que, tras la disección, el Instituto Nacional Egipcio de Ciencias del Mar confirmó que se trataba de un tiburón hembra y que solo se encontraron restos humanos del joven en su interior.
El padre calificó lo ocurrido como un "desafortunado" accidente, ya que, según sus palabras, se trata de una playa tranquila y poco profunda donde hay muchos barcos fondeados. Fue simplemente una mala suerte.
Tanto el padre como el hijo habían estado viviendo en Egipto durante varios meses. En una reciente entrevista con medios rusos, Yury mencionó que incineraría los restos de Vladimir y los llevaría de regreso a Rusia.
Actualmente se está llevando a cabo una investigación para determinar por qué el tiburón atacó a este joven, ya que, según el director del Instituto Nacional de Oceanografía y Pesca, Amr Zakaria Hammuda, "los tiburones no se alimentan de carne humana". Agregó que cualquier cambio en su comportamiento es "accidental".
Ya se ha examinado al pez y recopilado toda la información necesaria para determinar las posibles causas. Ahora se le momificará y su cuerpo se exhibirá en el Museo de Oceanografía de Hurgada, la localidad egipcia en la que se produjo este trágico suceso.

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