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Ahmed es una de las 250.000 personas que dejaron Raqa durante la ofensiva militar llevada a cabo para expulsar al autodenominado Estado Islámico de la ciudad. Dos de sus hijos murieron durante los bombardeos de la coalición internacional en la ciudad, tras lo que decidieron abandonarla.
Pero en el camino, una mina estalló al paso del grupo con el que viajaban; otro de sus hijos y su mujer también murieron.
Así se preparaba Raqa, la capital de facto de Estado Islámico, antes de la ofensiva para recuperarla La coalición militar destinada a combatir a EI dio por controlada Raqa, considerada la capital del grupo islamista, a mediados de octubre. Se calcula que, durante los meses que duró la ofensiva, los enfrentamientos provocaron la muerte de más de mil civilesy la devastación de gran parte de la ciudad.
