Sicilia es la gran puerta de entrada de los venezolanos que migran a Italia. Allí vive buena parte de los italianos que vivieron los maravillosos años de la Venezuela próspera y pujante y que han regresado para pasar su vejez en su país.

Sicilia es uno de los lugares más baratos de Italia y por eso muchos venezolanos la eligen para instalarse en Europa. Prefieren llegar al sur antes que al norte, con precios mucho más costosos en vivienda, servicios y comida.

Sicilia también es un destino demandado por hijos y nietos de italianos. Ofrece grandes ventajas como sus precios bajos, el clima pero también tiene un gran inconveniente y es queja común entre algunos jóvenes venezolano: la dificultad para conseguir empleo, algo también común en muchas regiones y países de Europa.

En este nuevo programa de “Venezolanos por el mundo”, visité Sicilia: desde Catania hasta Palermo, pasando por el estrecho de Messina, el lugar más cercano a la Italia continental. Visité las ciudades y los pueblos donde viven los venezolanos y donde regresan los italianos que formaron su vida en Venezuela.

En Catania, conocimos a Roberto, que vivió 70 años en Venezuela. Su madre lo llevó para protegerlo de la guerra. Ahora, añora el país donde pasó toda su vida. También entrevistamos a Tamara, una somelier venezolana recién llegada a Catania desde Argentina.

Conversamos con Patricia, una emprendedora que fundó un restaurante de sushi venezolano y una hamburguesería en Aci Trezza, un pueblo playero, cerca de Catania. Allí también conocimos a Domingo, un venezolano con quien recorrimos Aci Castelo, un hermoso pueblo costero, famoso por su castillo erigido a lo alto de una roca en la costa.

También visitamos Menfi, un pequeño pueblo lleno de venezolanos, donde tienen su plaza Venezuela, con el busto de Bolívar. Allí asistí a los actos de homenaje a Venezuela y a la fiesta venezolana, todo un éxito en el pueblo, que disfrutó de las arepas y de la cerveza Polar. En la ruta conversé con Roberto, quien me explicó la cultura de la mafia en Sicilia.

Y de allí terminamos en Palermo, donde conversamos con los niños músicos de la orquesta, el director de las orquestas juveniles de Teatro Massimo, admirador del sistema de orquestas venezolano.
Y terminamos con Rafael y su esposa Daniela y su hija Irene con quien visitamos la catedral de Palermo y la Cala, donde despedimos el programa con una canción de añoranza para los italiano-venezolanos.
Éste es el nuevo programa de “Venezolanos por el mundo” y espero que lo disfruten tanto como yo.

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