En las faldas de la sierra de la Demanda, junto al río Tirón, está la villa de Belorado de la provincia de Burgos, muy ligada al Camino de Santiago.
En la oficina de turismo se conoce la evolución histórica de una zona que fue poblada desde el neolítico, conservandose restos de tribus celtas asentadas en “La Muela”, sobre el paso natural entre los valles del Ebro y del Duero. El primitivo pueblo de fundación romana estuvo en la Mesa, meseta cercana en la margen izquierda del Río Tirón, trasladándose luego a su emplazamiento actual.
Durante la Edad Media fue plaza importante, a la que Alfonso I de Aragón concedió fueros. No se conservan las murallas originales de la ciudad, pero se ven formas que recuerdan sus antiguos lienzos de muralla. Del Castillo solo quedan restos en lo alto del cerro que dominaba Belorado y defendía el paso por la meseta.
Su economía está basada en la agricultura de secano y actividades de regadío para cultivos de huerta, pues la transformación minera se diversificó en servicios y comercios alrededor del Camino de Santiago. Sus industrias peleteras fueron un referente nacional de los años setenta a los noventa del siglo pasado.
Su patrimonio industrial es ahora un recurso turístico impulsado por el Ayuntamiento. Desde aquí parte la Ruta 44, en el antiguo silo de la localidad, hoy museo de radiocomunicación Inocencio Bocanegra, con una recreación del Checkpoint Charlie, un espléndido decorado dentro del Titanic, la II Guerra Mundial, la evolución de la historia de la comunicación, la Guerra Fría, la carrera espacial y una trinchera Británica de 1917, durante la 1ª Guerra Mundial.
El siguiente punto de la ruta son las minas de manganeso más antiguas de España de Puras de Villafranca, con el mineral considerado más puro del mundo, y por último el molino, la fragua y el museo de cultura popular de San Miguel del Pedroso.
En su típica Plaza Mayor porticada desde la baja edad media se realizaban mercados y ferias. El Ayuntamiento y la oficina de turismo están en un Angulo de esta plaza irregular. Detrás de estos está el Teatro Reina Sofía, inaugurado por la reina en persona, donde se proyectan películas y escenifican obras teatrales.
La Iglesia de San Pedro es de origen medieval, renovada casi integralmente en los siglos XVI y XVII siendo una mezcla de estilos gótico, renacentista y barroco, y lugar donde se celebraban las reuniones del Concejo en época medieval.
Rodeado de árboles, en el centro de la plaza, hay un bello templete de planta octogonal de inicios del siglo XX, soportado por columnas. En la plaza destacan dos murales, uno que hace referencia a la danza tradicional, en blanco y negro, y la fachada de “la alegría del Prado” dedicado al botánico Hipólito Ruiz López, que son parte del recorrido del paseo del arte.
Muchas fachadas de Belorado están llenas de murales, algunos ligados a la tradición del Camino de Santiago o a personajes históricos como Alfonso I El Batallador, otros inspirados en tradiciones y profesiones como el oficio de zapateros o el tradicional juego de bolos beliforano.
El Paseo del Ánimo recorre la estrecha calle Mayor por donde pasa el Camino de Santiago Francés, con diversos albergues y muchas casas blasonadas. Numerosas baldosas de bronce lo jalonan con las firmas y huellas de las manos y pies de peregrinos anónimos, de impulsores del Camino y de personajes relevantes para la sociedad, como homenaje a todos los que pasan por Belorado rumbo a Santiago.
Siguiendo la calle Mayor, tras la ausencia de una edificación de la Calle del Corro, llegamos a una “plaza” donde hay una casona blasonada que fue una fábrica de zapatos, atestiguándolo un cartel y el mural del lateral de su fachada.
Al fondo calle, en la montaña, hay tres cuevas que según la leyenda fueron eremitorios de San Caprasio, obispo de Agen y actual Gascuña francesa y sus dos compañeros, Santa Pía y San Valentín, que durante el siglo III se escondieron de las persecuciones del emperador romano afrontando más tarde el martirio.
A los pies de las ruinas del castillo está la iglesia renacentista de Santa María del siglo XVI, levantada por Manuel Francisco de Gorbea sobre el solar que ocupaba la capilla del castillo. Su fachada y la torre son de la remodelación en 1901.
Está realizada con piedra de sillería, cantos rodados y argamasa, siguiendo el modelo salón con tres naves sostenidas sobre pilares cilíndricos y cúpula semiesférica sobre pechinas, rematada con un cimborrio.
Posteriormente se añadieron junto a la cúpula dos capillas. Destaca el retablo de la capilla de Santiago con su rejería plateresca e iconografía referente al Apóstol Santiago y al camino. En la capilla de los Mendoza-Salazar una pintura renacentista de Nuestra Señora de Belén y la talla de la Inmaculada en la capilla del mismo nombre. A los pies está el coro de sillería de nogal.
Su patrimonio religioso y civil lo atestiguan además otras iglesias, conventos, ermitas y casas blasonadas.

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