Este video presenta el cuidado que debemos tener con la teología de la última generación. Las raíces históricas de esta corriente es fundamental para saber cuales son las implicaciones en el plan de salvación. Los principales proponentes de la TUG han sido (en orden cronológico). Son E. J. Waggoner (finales del siglo XIX y principios del XX), M. L. Andreasen (principios y mediados del siglo XX), Herbert Douglass y C. Mervyn Maxwell (mediados del siglo XX y principios del XXI).
En nuestro tiempo, tenemos a Dennis Priebe, Kevin Paulson y Larry Kirkpatrick, por mencionar solo a tres de los escritores y defensores más destacados de la TUG. Por otra parte, en el centro de toda la enseñanza de la TUG está la idea básica de que Dios necesitará un grupo de creyentes que obedezcan perfectamente su Ley. Y, cuando Dios encuentre a ese grupo perfecto, efectivamente, refutará el desafío de Satanás de que la obediencia perfecta a su Ley es imposible. Pero, en franca oposición a esta línea de pensamiento, han estado aquellos escritores y oradores que han tomado la posición de que en el gran conflicto entre Cristo y Satanás ha
sido Cristo mismo, el único Dios-hombre, el que ha vindicado la demanda. La Teología de la Última Generación viene de un vientre no adventista. En primer lugar, está Edward Irving (1792-1834), un pastor calvinista que ministró en Escocia e Inglaterra durante las primeras décadas del
siglo XIX. Irving parece ser el precursor de aquellos que en los siglos XIX y XX hicieron hincapié en la naturaleza poslapsaria (caída) de Cristo. Irving podría ser la fuente principal de la teología de E. J. Waggoner y A. T. Jones con respecto a la naturaleza humana caída de Cristo.
Cristo no tenía naturaleza pecaminosa, Cristo tenía una naturaleza única.
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