En palabras del rey Alfonso X el Sabio, "España es segura e batida de castillos," una afirmación que encuentra su raíz en los siete siglos de intensas luchas durante la Reconquista. Este período, que abarcó desde el año 711 hasta la caída del Reino nazarí de Granada en 1492, dejó como legado un vasto número de castillos y fortalezas en la Península Ibérica.

La cifra aproximada de 20.000 castillos en España testimonia la importancia de estas construcciones a lo largo de la historia. Aunque algunos no han resistido el paso del tiempo, existen suficientes ejemplares bien conservados para sumergirse en la rica historia de estas fortificaciones, auténticos emblemas de la Edad Media, como lo refleja la Asociación Española de Amigos de los Castillos con sus 10.300 castillos inventariados.

Los primeros castillos, que datan del siglo IX en la Alta Edad Media, se erigieron con el propósito fundamental de proporcionar un cerco defensivo en medio de las intensas luchas territoriales. A diferencia de las fortalezas de otras regiones de Europa, los castillos españoles no eran meros palacios, sino estructuras de carácter defensivo y militar, con una variedad de estilos que reflejan distintas épocas, desde la Edad Media hasta el Renacimiento.

Ubicados estratégicamente en alturas prominentes, los castillos controlaban el territorio y ofrecían protección contra posibles ataques enemigos. Su diseño típicamente incluía fosos y barreras fortificadas exteriores, con muros imponentes rematados por almenas y matacanes. Las puertas, consideradas los puntos más débiles, contaban con sistemas de protección, mientras que los aljibes aseguraban el suministro de agua durante los asedios. En el corazón del castillo, se alzaba la Torre del Homenaje, la residencia del señor del castillo.

Para ser considerado un verdadero "castillo," la estructura debía contar con un recinto amurallado adaptado al terreno, una torre habitable y un patio de armas. Esta definición se aplica principalmente a los castillos cristianos, mientras que los musulmanes prescindían de la torre del homenaje, y las alcazabas se transformaban en auténticas ciudadelas con múltiples torres y dependencias intercomunicadas. Así, cada castillo cuenta una historia única, reflejo de la compleja y fascinante historia de España a lo largo de los siglos.

En el vídeo y por orden de aparición:

Zahara de la Sierra, Cádiz: estratégicamente ubicado, este castillo domina la panorámica con sus murallas imponentes, sirviendo como un ejemplo destacado de la arquitectura militar en la región.

Murallas de Avila: consideradas como una de las mejores conservadas de Europa, ofrecen una visión única de la Edad Media y la habilidad defensiva de la época.

Castillo de Arcos de la Frontera, Cádiz: se alza como un bastión histórico en la frontera, revelando la importancia estratégica de las fortalezas en la defensa del territorio.

Castillo de Buitrago del Lozoya, Madrid

Ciudad de Besalú, Gerona: aunque no es un castillo en sí, Besalú presenta un conjunto arquitectónico medieval excepcional, con su puente fortificado.

Castillo de Albarracín y murallas, Albacete: ofrecen una visión única de la vida medieval en la región.

Castillo de Alarcón y murallas, Cuenca

Castillo de Atienza, Guadalajara

Castillo de Peñafiel, Valladolid

Castillo de la Yedra en Cazorla, Jaén: representa la fortaleza medieval enclavada en la belleza natural de Cazorla, un testimonio de la convivencia entre historia y paisaje.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Alcazar de Segovia

Castillo de Peracense, Teruel

Castillo de la Mota en Medina del campo, Valladolid

Castillo de Calatrava la Nueva en Aldea del Rey, Ciudad Real: se erige como un símbolo de la Orden de Calatrava, con su arquitectura defensiva y su importancia estratégica en la región.

Castillo de Sancti Petri en San Fernando, Cádiz: Ubicado en una isla frente a la costa, resalta por su posición única y su conexión con la historia naval de la región.

Castillo de Montalbán en San Martín de Montalbán, Toledo: dominando la llanura toledana, representa un impresionante ejemplo de arquitectura militar, con sus torres y murallas que evocan tiempos pasados.

Castillo de Consuegra, Toledo

Castillo de Cuéllar o Castillo de los Duques de Alburquerque, Segovia

Castillo de Pedraza y murallas, Segovia

Castillo de Escalona, Toledo

Castillo de Almonacid, Toledo

Castillo de Caracena, Soria

Castillo de Los Condes de Benavente en Puebla de Sanabria, Zamora

Castillo de Olvera, Cádiz

Alcazar de Toledo

Castillo de San Servando en Toledo ciudad

Monasterio de Uclés, Cuenca

Castillo de Puñoenrostro en Seseña, Toledo

Castillo de Salvatierra en Cazorla, Jaén

Castillo de Palazuelos, Guadalajara

Castillo de Trujillo, Cáceres

Restos del Castillo de Rupit, Barcelona: aunque son solo restos, evoca una sensación de misterio y nostalgia, recordándonos la rica historia de la región catalana.

#castillosdeespaña #castillosespaña #castillos #fortalezas

свернуть