Desde el Palacio de Miraflores, en Caracas, el 13 de abril de 2012, el Líder Supremo de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, aseguró que la mayoría de los gobiernos y Pueblos de América Latina y el Caribe están decididos a impedir la continuación del intervencionismo imperial.
En este sentido, destacó la construcción de un nuevo mundo de paz y democracia verdadera, por lo que "ningún gobierno de la oligarquía, ningún gobierno burgués, ningún gobierno pitiyanqui va a ofrecerle camino alguno, de dignidad, de independencia y de desarrollo al Pueblo venezolano, eso está demostrado matemáticamente".
El Comandante Chávez señaló que de ahí venimos "y no volveremos al pasado nefasto de la persecución contra el Pueblo, como ocurrió el 12 de abril, la cacería de brujas, la persecución, el asesinato, los allanamientos sin orden judicial ni nada; la auto juramentación del tirano, la burguesía haciendo fiesta y arremetiendo contra el Pueblo", recordó sobre el golpe de Estado de abril de 2002.
