La Dirección de Inmigración y Extranjería, dependiente del Ministerio del Interior de Cuba, ha emitido una aclaración importante: los cubanos no pierden su ciudadanía y no se están implementando medidas legales nuevas respecto a este tema. Esta afirmación surge en un contexto de intensos debates en redes sociales tras la presentación del proyecto de Ley de Migración del gobierno.
El Teniente Coronel Roilán Hernández, Jefe del Departamento de Asesoría Jurídica del Minint, abordó el tema en la Televisión Nacional, enfatizando que la renuncia a la ciudadanía cubana no es una prioridad en la agenda legislativa actual. Hernández explicó que la normativa vigente, específicamente el artículo 36 de la Constitución de la República, establece el principio de la ciudadanía efectiva. Este principio indica que los cubanos no pierden su ciudadanía al adquirir otra y deben actuar como nacionales mientras estén en territorio cubano. Esto significa que al visitar Cuba, los ciudadanos deben identificarse con su pasaporte cubano, independientemente de tener otras ciudadanías.
El proyecto de Ley de Migración menciona la posibilidad de renunciar a la ciudadanía cubana. Sin embargo, este derecho no se podrá ejercer hasta que exista una Ley de Ciudadanía que regule claramente el proceso. Aunque el derecho a renunciar a la ciudadanía se incluyó en la Constitución de 1976, nunca se ha implementado una norma jurídica que lo permita en la práctica. El gobierno ha asegurado que todavía está trabajando en algunos ajustes necesarios para presentar un marco legal completo.
La nueva Ley de Migración y el Proyecto de Ley de Extranjería están actualmente en proceso de revisión ciudadana. La expectativa era que el Proyecto de Ley de Ciudadanía ya estuviera disponible, pero el gobierno indica que aún está en desarrollo.
Estos proyectos de ley llegan en un momento de profunda crisis migratoria en Cuba, exacerbada por factores económicos y sociales que han llevado a un aumento significativo en la emigración. La situación añade complejidad y urgencia a la necesidad de una legislación clara y efectiva.
En conclusión, aunque el debate sobre la renuncia a la ciudadanía cubana ha cobrado fuerza, no se esperan cambios inmediatos en la legislación. Los ciudadanos cubanos, tanto dentro como fuera de la isla, deberán seguir atentos a las futuras modificaciones legislativas que puedan afectar su estatus y derechos de ciudadanía.
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