(miComunidad.com) ¿Qué significa la Biblia cuando dice que no se debe tocar al ungido de Dios? El mandato de no tocar al ungido de Dios se encuentra en dos lugares en las Escrituras: “No toques a mis ungidos; no hagas daño a mis profetas” (Primera de Crónicas capitulo 16 versículo 22; Salmo capitulo 105 versículo 15). Estos pasajes a veces se usan en los círculos pentecostales y carismáticos para defender a ciertos predicadores de la crítica. Los predicadores que se promueven a sí mismos o sus ministerios como "ungidos" advierten a sus posibles críticos: "¡No toquen al ungido de Dios!" Por supuesto, esto ayuda a aislarlos del escrutinio y les permite difundir la falsedad y la mala teología sin restricciones.

Otros toman el mandamiento de Dios: “No toques a mis ungidos; no hagas daño a mis profetas”, lo que significa que a los cristianos se les promete protección contra todas las cosas malas.

Las dos interpretaciones anteriores de "No toques a mis ungidos" ignoran el contexto de los pasajes en cuestión. Los "ungidos" en estos pasajes no son los predicadores pentecostales modernos. Y la Biblia nunca promete que los profetas de Dios, los ungidos, los hijos u otros creyentes fieles nunca sufrirán el daño de las personas malvadas. Como Jesús explicó a los fariseos, "Por eso la sabiduría de Dios también dijo: Les enviaré profetas y apóstoles; y de ellos, a unos matarán y a otros perseguirán" (Lucas capitulo 11 versículo 49).

Aquí está el contexto de Primera de Crónicas capitulo 16 versículo 22: David está alabando públicamente a Dios al dar una revisión condensada de la historia milagrosa de Israel. Cita algunos de los milagros que Dios realizó para cumplir Sus promesas a Abraham, Isaac y Jacob (Primera de Crónicas capitulo 16 versículos 15 al 18, que se refieren a Génesis capitulo 50 versículo 24 y Éxodo capitulo 2 versículo 24). A través de estos milagros, Dios creó una nación de descendientes de Abraham que bendeciría al mundo entero (véase Génesis capitulo 12 versículos 1 al 3). Nadie ni nada pudo impedir que se cumpliera la promesa de Dios, ni siquiera contra todo pronóstico.

En los versículos que conducen al mandato de Dios "No toques a mis ungidos", leemos esto: "Cuando eran pocos, pocos en verdad, y extraños en ellos, vagaban de nación en nación, de un reino a otro. No permitió que nadie los oprimiera; por su causa reprendió a los reyes" (Primera de Crónicas capitulo 16 versículos 19 al 21). Este pasaje se refiere a los patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob. Cuando "ellos" (los patriarcas) eran pocos en número, vivían como extraños errantes en una tierra extraña (véase Hebreos capitulo 11 versículo 9). A través de todos sus viajes y tribulaciones, Dios los protegió, aumentó su número e impidió que los poderosos gobernantes de las tierras donde se quedaron los dañaran.

Por ejemplo, Dios protegió a Abraham dos veces mientras permanecía en naciones hostiles cuyos reyes codiciaban a su esposa. Ninguno de los dos reyes puso un dedo sobre Abraham o Sara, sino que envió a la pareja ilesa e incluso los enriqueció (Génesis capitulo 12 y capitulo 20). Lo mismo le sucedió a Isaac (Génesis capitulo 26). Jacob llegó a Paddan-aram sin nada, pero se fue con grandes riquezas (Génesis capitulo 31); Después de todos sus tratos con su tío Labán sin escrúpulos, Jacob dijo: "Dios no le ha permitido que me haga daño" (versículo 7).

Así que el punto de Primera de Crónicas capitulo 16 versículo 22 (y el Salmo capitulo 105 versículo 15) es que nada ni nadie puede descarrilar la voluntad de Dios; Dios tenía un plan para Abraham, Isaac y Jacob, y se negó a permitir que los reyes de Canaán y Egipto los lastimaran: "Por su causa reprendió a los reyes: 'No toquen a mis ungidos'" (Primera de Crónicas capitulo 16 versículos 21 y 22). Los patriarcas fueron sus profetas. Eran sus “ungidos”; es decir, Dios los eligió para realizar una obra específica en el mundo.

David, quien orquestó la alabanza de Primera de Crónicas caángeles, Biblia satánica,

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