Pescadores ecuatorianos se convierten en víctimas de bandas de atracadores vinculadas al narcotráfico. Miles de motores de embarcaciones han sido robados, dejando a los pescadores sin trabajo y sumidos en el miedo. La inseguridad afecta a provincias costeras como Esmeraldas, Manabí, Guayas y más. La delincuencia común y el narcotráfico son señalados como los culpables. Los pescadores viven en terror y sus familias sufren la falta de alimentos y agua. La situación ha dado lugar a la aparición de piratas sin escrúpulos en el mar ecuatoriano. Se requieren acciones urgentes para proteger a los pescadores y abordar esta grave problemática.
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