Con un peso de 166.6 libras (75.6 kilos), es decir, 900 gramos por debajo de la división, Saúl Álvarez cumplió con el requisito de la ceremonia de pesaje, de cara a su regreso tras más de una década sin presentarse en México, en el Teatro Degollado de la capital de Jalisco.
Ante la presencia de Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, además de estar tranquilo y de buen ánimo, Saúl Álvarez subió a la báscula para cumplir y se declaró listo para defender el campeonato indiscutido de peso supermedio. Por su parte, el británico Jhon Ryder, el rival en turno y actual retador obligatorio por la Organización Mundial de Boxeo, marcó 168 libras (76.2 Kg), en el punto.
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