Tan solo en Buenos Aires hay 20 mil viviendas de alquiler temporal ofrecidas en plataformas como Airbnb. No hay ningún tipo de control y muchas suelen pagarse irregularmente. Esto reduce la oferta inmobiliaria para los residentes de la ciudad, que se ven obligados a buscar apartamentos en otros sectores, también por causa de los elevados precios. La Federación de Inquilinos de Argentina pide regulaciones, mientras que el gobierno de Buenos Aires guarda silencio.
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