Confianza del siervo del Señor en medio del sufrimiento
El Señor es quien me ayuda: por eso no me hieren los insultos; por eso me mantengo firme como una roca, pues sé que no quedaré en ridículo. A mi lado está mi defensor: ¿Alguien tiene algo en mi contra? ¡Vayamos juntos ante el juez! ¿Alguien se cree con derecho a acusarme? ¡Que venga y me lo diga! El Señor es quien me ayuda; ¿Quién podrá condenarme? Todos mis enemigos desaparecerán como vestido comido por la polilla.
Isaías 50: 7-9
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