Hoy, el mundo del cine y la televisión está de luto. Dame Maggie Smith, una de las más grandes actrices británicas de todos los tiempos, falleció a los 89 años. Conocida por sus icónicos papeles como la profesora Minerva McGonagall en la saga de Harry Potter y la condesa viuda Violet Crawley en Downton Abbey, Smith deja un legado inigualable en la historia del entretenimiento.

En un comunicado, sus hijos, los actores Toby Stephens y Chris Larkin, compartieron la triste noticia: explicaron que su madre "falleció pacíficamente en el hospital a primera hora de esta mañana, viernes 27 de septiembre". Smith, conocida por ser una persona muy reservada, estuvo rodeada por sus amigos y familiares en sus últimos momentos. "Deja dos hijos y cinco nietos cariñosos que están destrozados por la pérdida de su extraordinaria madre y abuela", concluyeron.

Ante el repentino anuncio de la muerte de Maggie Smith, aquellos que tuvieron el placer de conocerla y trabajar con ella expresaron su dolor por la pérdida de esta leyenda del cine. Entre ellos, el escritor, periodista y guionista de televisión Gyles Brandreth, quien compartió unas conmovedoras palabras sobre Smith. "La noticia más triste: la muerte de Dame Maggie Smith marca el final de una era dorada y de una vida extraordinaria. Fue una gran actriz, 'una de las grandes' y, sencillamente, la mejor compañía: sabia, ingeniosa, mordaz, maravillosa. Única en todos los sentidos y, por lo tanto, irreemplazable", escribió Brandreth, destacando la impresionante personalidad y el legado de la actriz.

Un testimonio conmovedor proviene de un vecino de su infancia, quien también recordó con cariño a Maggie Smith: “Me entristece mucho saber que la maravillosa dama Maggie Smith ha fallecido. Crecí en el mismo pueblo y recuerdo haber tomado el té con ella a una edad muy temprana. Me regaló esta foto autografiada. Mis pensamientos están con su familia", señaló, rememorando su generosidad y cercanía en los primeros años de su vida.

La muerte de Dame Maggie Smith marca el final de una era dorada y de una vida extraordinaria. Maggie, quien fue nombrada "Dame" por la reina Isabel II en 1990, tuvo una carrera que abarcó más de seis décadas. Ganadora de dos premios Óscar, múltiples premios BAFTA y Globos de Oro, cada uno de sus papeles fue una clase magistral de actuación. Desde sus inicios en el teatro hasta su reconocimiento mundial en el cine y la televisión, su talento y dedicación la convirtieron en una de las actrices más queridas y respetadas de su generación.

Hoy, recordamos a una estrella inmortal, que con su elegancia, carisma y brillantez, transformó el arte de la actuación. Descansa en paz, Maggie Smith. Tu legado continuará iluminando las pantallas y los corazones de aquellos que tuvieron el honor de disfrutar tu trabajo.

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