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Si tenéis poco tiempo, os apetece un plato de pasta y os gustan los cítricos, apuntaos la receta de los espaguetis al limón. Os sorprenderá el sabor fresco y delicado de este plato.

Para 3-4 personas tan sólo necesitaréis:

- 400 gramos de espaguetis.
- 4 limones medianos.
- 120 gramos de queso parmesano.
- Una cucharada sopera bien colmada de margarina o mantequilla.
- Un poco de aceite y sal gorda.

Comenzamos lavando los limones. Rallamos la piel de dos de ellos y reservamos. Recordad que tan sólo nos interesa la parte amarilla de la piel del limón, ya que la parte blanca tiene un gusto amargo. Aprovechamos y rallamos también el queso. Este paso os lo podríais ahorrar si compráis el queso ya rallado. Reservamos también. A continuación, exprimimos los cuatro limones. Dependiendo del tamaño de los limones, nos saldrá más o menos zumo. Necesitaremos unos 170 ml de zumo de limón, así que si vuestros limones eran pequeños, es posible que necesitéis exprimir alguno más para alcanzar este volumen, mientras que si eran demasiado grandes, podría ocurrir que os sobre algo de zumo, aunque podéis añadirlo si añadís también un poco más de queso.

Para hacer la salsa de limón, ponemos en una sartén antiadherente la mantequilla y derretimos a fuego medio. Añadimos la ralladura de limón y sofreímos aproximadamente un minuto. Añadimos el zumo de limón y mezclamos. La mantequilla y el zumo se ligarán gracias al calor. A fuego medio dejamos que la mezcla se reduzca ligeramente.

Es el momento de bajar el fuego, añadir el queso rallado a la sartén y mezclar hasta que el queso se derrita. Apagamos el fuego.

Ahora cocemos los espaguetis siguiendo las instrucciones del fabricante. El proceso es sencillo. Llenamos aproximadamente 3/4 del volumen de una olla grande con agua. Añadimos un chorro de aceite para evitar que se peguen los espaguetis mientras se cuecen. Añadimos también un puñado generoso de sal gorda al agua. Esta sal hará que la pasta se sale durante la cocción. No tendremos que añadir más sal a nuestro plato. Cuando el agua hierva, añadimos los espaguetis. Al principio sobresaldrá parte de su largo por encima de la olla. Será cuestión de un minuto que la parte baja de los mismos se ablande lo suficiente como para permitir que empujándolos ligeramente se sumerjan por completo. Contamos el tiempo de cocción indicado por el fabricante desde el momento en que el agua vuelve a hervir una vez introducidos los espaguetis. Cuando pase este tiempo, escurrimos la pasta ayudándonos de un colador. En esta ocasión, no vamos a regar la pasta con agua fría para evitar que pierda el almidón, ya que dicho almidón hará que nuestra salsa se adhiera mejor a los espaguetis.

Os recomendamos que un minuto antes de finalizar la cocción de la pasta, apartéis un cacito del agua con la que se están cociendo. De ese modo, podréis añadir un poco de este agua a la salsa de limón y queso rallado en el caso de que ésta os hubiese quedado demasiado espesa. Mezcláis la salsa y este agua mientras aún están caliente y listo.

Finalizamos aderezando los espaguetis con la salsa de limón. Removemos hasta que queden bien mezclados y los servimos calientes.

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