Por favor leer y Observar es una guía Importante para entender una enfermedad
El trastorno bipolar, también conocido como trastorno afectivo bipolar (TAB) y trastorno del estado de ánimo caracterizado por la presencia de uno o más episodios con niveles anormalmente elevados de energía, cognición y del estado de ánimo.Se considera que una persona padece desordenes bipolares si a lo largo de su vida ha sufrido depresiones profundas y al menos una vez ha pasado por un episodio de "manía". Por "manía" se entiende una conducta fuera de lo común de una persona en que actúa de forma eufórica constantemente. El trastorno bipolar es uno de los trastornos mentales más comunes, severos y persistentes. La prevalencia conjunta de todos los trastornos bipolares ha sido valorada en un estudio de 12 meses, realizado en 2005 con una muestra de 9282 individuos mayores de 18 años en EEUU en el que reportaba el trastorno en 2,6% de la población
Los pacientes bipolares son más vulnerables al estrés ambiental tanto físico (falta de sueño, cambios estacionales, endocrinos (puerperio), exceso de actividad, consumo de estimulantes...) como emocional (conflictos familiares, problemas laborales...) y pueden precipitar recaídas tanto maníacas como depresivas.
Debe tenerse en cuenta que actúan como factores desencadenantes pero nunca constituyen la causa de la enfermedad.
A veces los familiares y amigos pueden detectar un problema de este tipo antes que el propio afectado, por lo que si observan alguna irregularidad pueden animarle a ir al médico.
Una vez diagnosticado el trastorno bipolar es muy importante seguir las siguientes recomendaciones:
No abandone el tratamiento farmacológico que le hayan prescrito, y que siempre deberá ser controlado por un médico.
Establezca rutinas para realizar las actividades diarias, como las comidas y el descanso, y se asegure de dormir lo suficiente.
Aprenda a conocer la enfermedad y a distinguir los síntomas que indican las variaciones en su estado de ánimo.
Hable con sus familiares y amigos más cercanos. Ellos también necesitan saber lo que le pasa para poder apoyarle mejor.
Consulte a su médico sobre cualquier síntoma nuevo, o efectos secundarios relacionados con los fármacos que toma, pero no suspenda el tratamiento por su cuenta porque puede ser peligroso y agravar los síntomas.
Pruebe otros tratamientos, como la psicoterapia, que puede ayudarle a mejorar su calidad de vida y su relación con sus seres queridos.
No consuma alcohol ni otras drogas.
No se automedique ni tome suplementos vitamínicos o remedios naturales a base de hierbas sin consultarlo antes con su médico.
Valora si se puede hacer daño a sí mismo o a los demás.
Busca ayuda rápidamente.
No deje sola a la persona que está padeciendo la crisis porque puede ser peligroso.
Llame a su médico o a emergencias.
¿Qué es lo más importante para convivir bien?
Vigila que se tome su medicación. En ocasiones las personas que padecen TBP y están en un episodio de manía piensan que no tienen por qué tomar su medicamento. Obviamente, esto es un error.
Evita las discusiones, porque pueden desencadenar en una pelea fuerte. Intenta evitar corregirle cosas insignificantes.
Habla con calma, e intenta que sean cosas positivas y con un buen tono de voz. Evita que la persona con TBP sea impulsiva porque puede ser peligroso. Evita las situaciones de riesgo y no le animes a hacer cosas temerarias.
Intenta ser siempre positivo aunque la persona con TBP esté en fase depresiva. No le culpabilices ni le acuses de perezoso por ejemplo, recuerda que él es quien más sufre.
Controla el dinero de la casa, ya que una persona con TBP puede hacer un mal uso de tarjetas o del dinero. Dale el dinero que necesite para sus gastos.
Acepta el trastorno y disfruta de los buenos momentos que te ofrezca la persona con TBP, no todo tiene que ser malo.
Pon pautas de comunicación adecuadas. Si en algún momento crees que te resulta difícil manejar la situación, díselo y pide ayuda a la persona con TBP para que también sea un pilar en la comunicación. Si ves que es complicado y que no va por buen camino, puedes recurrir a pedir ayudar a familiares.
Acompaña a la persona con TBP a la terapia y a la consulta del médico si lo necesita o si ves que es necesario.
Pregúntale qué necesita para que puedas ayudarle, según si está en un episodio maníaco o depresivo, puede necesitar una cosa u otra.
No te responsabilices de su vida, una cosa es convivir y ayudarle y otra, vivir responsabilizándote de toda su vida. Porque esto podría acarrearte problemas de salud a largo plazo, tales como inseguridad, depresión o estrés.
No le ayudes a ser una víctima ni le facilites todo. Acompáñalo ayúdale, pero es él quien tiene que aprender también a sobrellevarlo para poder afrontar su vida.
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