En México, la mayoría de los padres brindan educación a sus hijos e hijas de acuerdo a sus posibilidades, y les ayudan a irse labrando un camino por la vida con la idea de que llegue el momento en que se independicen del hogar familiar.

Muchos lo logran, pero en el camino pueden presentarse factores que los hacen regresar a casa, por ejemplo, la pérdida del trabajo, el divorcio de la pareja, no congeniar con los “roomies”, el extrañar a la familia, y hasta situaciones en las que deben regresar para cuidar a los padres por temas de salud.

Retornar a casa de los padres puede ser visto por algunos hijos/as como un fracaso, mientras que para otros puede resultar cómodo.

¿Deben los padres poner límites en este regreso de los hijos/as al hogar?


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