En el presente gracias a los avances científicos y tecnológicos ya es posible diseñar las moléculas de los medicamentos, para perfeccionar su acción benéfica y quitar o al menos disminuir sus efectos secundarios y convertirlos en verdaderas balas mágicas como decía Paul Erhlich, uno de los padres de la farmacología… así fue como los medicamentos triciclicos que quitaban la ansiedad y depresión pero daban muchos efectos secundarios se perfeccionan, se les quitan los efectos adversos posibles y dan como resultado los ISRSs o Inhibidores Selectivos de la Recaptura de Serotonina como la Fluoxetina, el primer ansiolítico y antidepresivo moderno y como ella le siguen la Sertralina, Paroxetina, citalopram, muy conocidos… luego se modifican más las moléculas y aparecen los antidepresivos duales como duloxetiva y venlafaxina por ejemplo, los ajustan más y resulta la desvenlafaxina con potente acción y mínimos efectos secundarios… hasta la vortioxetina que está prácticamente diseñada en laboratorio.

La farmacología ya hecho lo que le toca diseñando medicamentos, pero a nosotros como pacientes nos toca una parte muy importante… no sólo tomar correctamente los medicamentos, sino decirle a nuestro médico lo más clara posible la verdad sobre nuestro malestar, su posible origen y nuestros antecedentes médicos y familiares ya que esto da una imagen a la mente del médico sobre la composición genética y bioquímica del paciente.

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