Pese a las advertencias lanzadas el sábado por Energoatom, la empresa ucrania que gestiona la central nuclear de Zaporiyia, en las últimas horas Rusia ha vuelto a bombardear varias poblaciones ucranias cercanas a la instalación. Según el gobernador de la provincia de Dnipropetrovsk, Valentin Reznichenko, han sido atacadas con misiles Grad y Huracán las localidades de Nikopol, Marganets y Chervonogrigorivska, situadas enfrente de la central nuclear, al otro lado del río Dniéper, así como Zelenodol. El sábado, Rusia afirmó que cayeron 17 proyetiles ucranios sobre distintas instalaciones del complejo, incluyendo almacenes de combustible nuclear usado y sin usar.
Aunque no se han registrado incidentes en la instalación misma en las últimas horas, persiste el peligro de que algún incidente afecte a la instalación y se produzca una fuga radiactiva, como avisó este sábado Energoatom. Se espera que la situación mejore si finalmente una misión de inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), dependiente de la ONU, visita la central la semana que viene. En su último parte de inteligencia, el Ministerio británico de Defensa ha puesto en duda la efectividad del refuerzo militar ordenado esta semana por Vladímir Putin: no está claro de dónde sacará Rusia 130.000 soldados más y cree que tampoco podría enviarlos a luchar fuera de Rusia.
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