Clara García Casado, de 16 años y compañera de instituto de las dos adolescentes condenadas, murió a causa de 32 puñaladas que recibió la medianoche del 25 al 26 de mayo de 2000 en un descampado de San Fernando en Cádiz, conocido como “El Barrero”.

Las dos adolescentes implicadas dijeron al juez que solamente querían experimentar lo que se siente al matar a una persona.

Este hecho conmocionó a la población de San Fernando. Las niñas se conocían del instituto y fue allí donde se consolidó su amistad.
Clara era muy sociable, por lo que no tardó en conocer a un chico y poco a poco dejar el grupo.

Mientras sus otras dos amigas, se aficionaron a ritos satánicos y eran admiradoras de José Rabadán, el asesino de la katana..

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