En materia legal es importante dejar constancia de todo hecho que tenga una trascendencia jurídica en nuestra vida cotidiana o Laboral. Es por ello que en esta ocasión nos enfocaremos en el tema de las actas administrativas en materia Laboral. En toda fuente de empleo nuestra conducta regularmente se encuentra normada por un reglamento de trabajo, documento en el cual se encuentran establecido lo que no está permitido y prohibido hacer en el trabajo, a falta de un reglamento laboral o inclusive existiendo este de igual forma impera en nuestro orden lo que establezca la Ley Federal del Trabajo.
En nuestra Ley Federal del Trabajo el artículo 47 determina cuales son las causales de rescisión de la relación de trabajo, sin responsabilidad para el patrón. De dicho precepto de ley se desprenden causales fundadas de despido justificado como;
I. que el trabajador engañe a su patrón con información falsa en el proceso de su contratación
II. Incurrir el trabajador, durante sus labores, en faltas de cuidado, de honradez, o actos de violencia o conductas inmorales.
III. Ocasionar el trabajador, intencionalmente, perjuicios materiales durante el desempeño de las labores a las instalaciones o equipo o herramientas de trabajo
IV. Comprometer el trabajador, por su imprudencia o descuido inexcusable, la seguridad del establecimiento o de las personas que se encuentren en él;
V. Revelar el trabajador los secretos de fabricación o dar a conocer asuntos de carácter reservado, con perjuicio de la empresa;
Entre muchas otras similares
Como pudimos observar con antelación, nuestra legislación laboral contempla un amplio catálogo de hechos considerados como graves ante los cuales el patrón tendrá el pleno derecho de rescindir la relación laboral con el trabajador sin responsabilidad de otorgar las indemnizaciones establecidas en el artículo 50 de la Ley Federal del Trabajo.
Ahora bien, es común que en la práctica, ante el presunto mal comportamiento del trabajador, que la parte patronal busque dejar una constancia de dichas actuaciones a través del levantamiento de actas administrativas en las cuales dan Fe de su relatoría los testigos que en la elaboración de estas participen. Respecto al tema que nos ocupa, la Cuarta Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación determino, que las actas administrativas tienen pleno valor probatorio siempre y cuando sean ratificadas ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje por los testigos de cargo, ya que son quienes declararon sobre la conducta atribuida al trabajador, por lo que a través de su comparecencia en el juicio, se da la oportunidad al trabajador de cuestionarlos con la intención de desvirtuar su declaración o los hechos que le imputaron cuando se elaboró el documento.
En conclusión, si un trabajador es despedido por medio del levantamiento de un acta administrativa, y el actor demanda el despido injustificado y dicha acta administrativa jamás es ratificada ante la Junta Local de Conciliación, esa acta es ilegal.
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