Adán y Eva son figuras centrales en la historia bíblica del Génesis. Adán fue creado primero a partir del polvo de la tierra, y Eva fue creada a partir de una costilla de Adán para ser su compañera. Adán y Eva vivían en el Jardín del Edén, un paraíso donde podían comer de todos los árboles excepto del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Sin embargo, una serpiente tentó a Eva para que comiera del fruto prohibido, y Eva convenció a Adán para que también lo hiciera. Este acto de desobediencia llevó a la Caída del Hombre, y Dios expulsó a Adán y Eva del Edén. Las consecuencias del pecado de Adán y Eva fueron dolor en el parto para Eva y trabajo arduo para Adán. La historia de Adán y Eva simboliza el origen del pecado y la necesidad de redención, siendo un tema central en la teología cristiana. Adán y Eva han sido interpretados tanto literal como alegóricamente, influyendo en la religión, la literatura y la cultura. La historia de Adán y Eva continúa siendo un tema de gran interés y debate.

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