El golpe lo dio el propio Estado. Tejero, Milans y Armada obedecían órdenes de su superior. Claro que fue un golpe de opereta, un autogolpe que fracasó porque a Tejero se le engañó y no entró en razón ante lo que le decía Armada. El golpe no se paró hasta que se vio que era un fracaso.
El Rey no hizo nada hasta entonces.
Pero el CESID fue tan torpe que no tenían un plan B, por eso no supieron qué hacer cuando Tejero se negó a aceptar la entrada de Armada en el Congreso para presentarse como salvador de la patria en nombre del Rey y para exponer su nuevo gobierno, en el que se incluían a conocidos miembros de Alianza Popular, PSOE, hasta PC.
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