[ Ссылка ] Los militares sirios retoman posiciones ante los rebeldes en la capital del país. Después de perder algunos barrios de la ciudad han conseguido establecer controles en puntos estratégicos y no se dan por vencidos ante la ofensiva rebelde.
En el resto del país, sin embargo, continúan perdiendo posiciones.
Han sido repelidos de varios pasos fronterizos con Irak y Turquía, controlados ahora por la oposición.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos afirma que el viernes murieron 233 personas, 153 de ellas civiles, en los ya habituales choques en el país.
El miércoles el régimen recibió un duro golpe cuando un atentado se llevó por delante a cuatro altos cargos del círculo cercano a Bachar al Asad.
El viernes se celebraron los funerales oficiales donde estuvo el nuevo hombre fuerte de la dictadura, Faruq al Shara. Ni rastro, sin embargo, del propio al Asad.
Algunos de los observadores de la ONU vuelven a casa después de que el Consejo de Seguridad aprobara una extensión de 30 días de una versión reducida de la misión.
Trescientos cascos azules se encargarán de uno de los puntos clave del hasta ahora fallido plan de Koffi Annan para acabar con la violencia en Siria.
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