Alguna vez te has sentido desanimado sin fuerzas? No te provoca orar, ni leer la palabra de Dios, te sientes entre la espada y la pared; los problemas parecen ser muy fuertes para combatirlos y hasta llegas a desear morirte. Suena contradictorio ¿cierto?Porque tenemos a Cristo en nuestro corazón y se supone que esto no debería pasarnos ya que teniendo a Cristo lo tenemos todo; y esa es la verdad plena que tenemos, Él prometió estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mateo 28:20. Hay personas que se ahogan en pensamientos y sentimientos que le roban la paz. Está por concluir un año y no pueden ver el nuevo con fe y esperanza. Desfallecen o dejan de vivir la vida plena ante situaciones perturbadoras del pasado o presente que nublan su fe y esperanza de un nuevo amanecer. “¿Podrá Dios poner mesa en el desierto?”, es el pensamiento del pueblo de Israel sin esperanza, abrumado por sus crisis. ¿Crees que Dios puede poner mesa en tu desierto?
Frente a las desilusiones, surgen muchas preguntas con poca o ninguna respuesta. Ante esta realidad, David exclama “y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en Ti.” Te invito a creer en el Dios de la esperanza que puede llenar tu vida de gozo y paz y capacitarte para vivirla. Oseas dice “Y le daré sus viñas desde allí y el valle de Acor (dificultad-desgracia) por puerta de esperanza…”. ¿Qué lugar escogió Dios para llenar de esperanza a Su pueblo? ¡El valle de Acor! ¿Cuál es el tuyo? Dios puede transformar tu valle de Acor por puerta de esperanza, abriendo manantiales en tu tierra seca.
Este nuevo año, el Dios de esperanza te llene de gozo y paz en el creer, “para que abundes en esperanza…” “Voy a hacer algo nuevo en tu vida. Ya está sucediendo, ¿no te das cuenta? Estoy abriendo un camino en tu desierto y ríos en lugares desolados”. ¡No te mueras con tus muertos!
Dios de toda misericordia, conoces mi corazón y sabes muy bien mi aflicción. Creo que puedes poner “mesa en mi desierto” y cambiar el valle del sufrimiento por puerta de esperanza. En este nuevo año, ayúdame a darle un nuevo significado a mi situación, a la luz de la fe y la esperanza en Jesucristo. Recibo Tu paz “que sobrepasa todo entendimiento”.
