¿CÓMO SE HACEN LAS VEINTICUATRO HORAS DE LA PASIÓN?

Para Luisa Picarreta las veinticuatro horas de la pasión son un “ejercicio” que tiene como objetivo unirnos de mente y corazón a Jesucristo Nuestro Señor en cada uno de los momentos de su Pasión. Debemos recordar que no es Luisa la que “compone” estas meditaciones, sino que es el mismo Jesús quien se las dicta. En cada una de las palabras que la vidente escribe van los pensamientos y sentimientos que experimentaba el Señor en las distintas horas de su dolorosa pasión.
No se trata tanto de ir recitando o rezando estas oraciones cuanto de ir contemplando íntimamente unidos al Señor sus sufrimientos físicos, sus dolores íntimos, las motivaciones de su Corazón, hasta llegar a vivir unidos a Cristo las veinticuatro horas del día. Se trata de un camino que el cristiano debe ir recorriendo junto a Jesús, viviendo, sintiendo, experimentando lo que experimentaba en cada momento el Cuerpo, el Alma, el Corazón del Señor.
Es el Espíritu Santo quien irá guiando a la persona en este camino que lo llevará a identificarse con Cristo Crucificado. La meditación de cada una de las horas es solamente el medio, no el objetivo. No se trata de una receta única para todos y que dura unos minutos cada día, sino que gradualmente ha de ir extendiéndose a vivir durante todo el día unidos a Cristo su Santísima Pasión. Cada uno irá descubriendo la manera que más le convenga para hacer este “santo ejercicio”. Luisa recomienda elegir una “Hora”, la cual se puede hacer en cualquier hora del día, cuando se tenga tiempo para hacerla. Ella recomienda que la “Hora” elegida se haga completa (se lea y se medite por entero). Lo más conveniente es comenzar por la “primera Hora”, de 5 a 6 de la tarde; al día siguiente continuar con la siguiente de 6 a 7 de la tarde hasta llegar día tras día a completar las veinticuatro. Al terminar el ciclo, se comienza de nuevo. Es en verdad una especie de escuela práctica de oración contemplativa al alcance de todos. Una variante muy interesante es cuando un grupo de veinticuatro personas se pone de acuerdo para hacer cada día la totalidad de las Horas. A cada persona se le asigna una Hora y la hace en el momento en que pueda. Así cada día este grupo vivirá las veinticuatro Horas.

A medida que va corriendo el tiempo cada miembro inicia el día siguiente con la Hora siguiente, así en veinticuatro días habrá meditado todas las Horas. Es como un reloj.

Esta metodología se puede aplicar a los miembros de toda una familia. Sean muchos o sean pocos, todos pueden participar, haciendo individualmente su Hora y avanzando a lo largo del mes con una Hora diferente cada día. También se puede hacer como una reunión diaria de oración en familia en la que todos “escuchan y meditan ” la misma lectura. Una manera muy fácil y conveniente es la de “escuchar ”juntos los audios de las veinticuatro Horas que salen en “YouTube”. Este Santo Ejercicio - dice Luisa- “producirá innumerables gracias para sus vidas y las de sus familias, para su comunidad y para el bien de toda la Iglesia”. “Estas son sólo algunas sugerencias de cómo hacer “Las Horas de la Pasión”. Si a alguien el Señor le inspira otro modo de hacerlo, puede hacerlo. Lo importante es unirse a Jesús en el Misterio de su Pasión” (introducción a las Horas de la Pasión).


Padre Sergio Hernandez Ochomogo. 
Antiguo Exorcista de la Diócesis de Granada, Nicaragua.


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