Os presentamos un programa más del Padre Valentín donde trataremos de San Pedro uno de los protagonistas principales de la Pasión. "En concreto es uno de los protagonistas del proceso que sufre Jesús, primero un proceso judío y después un proceso romano que termina en condena a muerte", explica el Padre.

Uno de los protagonistas que en ese momento de la historia se encontraba al lado de Jesús es San Pedro. "Todos conocemos la famosa escena que es la triple negación de Pedro y cómo él en un determinado momento, dejándose vencer por el miedo reniega de él", comenta. Y es que el dolor más importante que Jesús experimenta en su Pasión es el rechazo de sus propios amigos, el abandono. Por ello, tenemos por un lado la traición de Judas y por otro las negaciones de Pedro.

"Estos son los dos golpes interiores que parten por la mitad literalmente el corazón de Jesús", resalta. San Juan es en este caso testigo ocular de los acontecimientos, se nos dice que San Pedro se quedó en el atrio exterior de ala casa de Caifás. "A Jesús aunque se reúne el sanedrín, no lo juzga en el sanedrín, ¿por qué? porque se trata de un juicio ilegal".

Por eso el sanedrín se reúnen en casas privadas de Caifás, no en la cámara de los sillares que estaba en la plataforma del templo de Jerusalén. Esto no sucede, el juicio de Jesús se produce por la noche, es ilegal y según los procedimientos de la mishná no se puede condenar a alguien a muerte por la noche y de forma ilegal. Además que para una condena a muerte es necesaria una segunda instancia.

"El evangelio de San Marcos profundiza mucho en esta escena, en las negaciones de San Pedro porque utiliza una sincrisis que es una forma de contar la escena que es muy parecido a la televisión moderna, como cuando estás viendo una película y se están mezclando dos escenas a la vez y la cámara va cambiando de una escena a otra", explica el Padre Valentín.

De tal forma que cuando San Marcos narra las negaciones de San Pedro tienes por un lado a Jesús que está siendo juzgado por Caifás dentro de su casa y San Pedro negándole fuera. Por ello, aparece por un lado la negación de San Pedro mientras que a la vez cambiando de perspectiva tenemos a Jesús confesando su mesianidad y su filiación divina. "Esta escena crea un contraste entre San Pedro que niega y Cristo que confiesa que es hijo del Padre, como dos actitudes que son opuestas, antitéticas".


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