Se pueden haber dicho y escrito muchas cosas sobre Manuel Vásquez Goyoneche. Que fue un gran músico, que como su cajón no volverá a sonar ningún otro en la marinera limeña. Que pudo ser muy soberbio a veces y muy buen amigo en otras ocasiones. Que falleció sin todos los honores que ameritaba, que los diarios no le hicieron justicia a tremendo "don".

Lo cierto es que, aunque ningún homenaje póstumo te hará justicia (y esta publicación no pretende ser una reivindicación), hoy celebramos tu buen descanso y la paz que eso nos brinda a todos tus amigos. Te fuiste llevándote todos tus grandes secretos sobre el cajón pero, sobre todo, dejándonos con las ganas de seguir aprendiendo de ti y tu sabiduría.

Mangué fue muchas cosas. Pero, de entre todas ellas, me quedo con el guía sobre el arte criollo y el gran amigo que yo conocí.

Hasta siempre tío.

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