La ofensiva militar en Deraa, en Siria, prueba que la guerra en este país continúa. Apoyado por los rusos, el régimen de Bashar al-Asad quiere una confrontación total contra la oposición. Idlib, uno de los últimos bastiones rebeldes ubicados en el norte, acoge una creciente población de desplazados que llegan de todas las ciudades retomadas por el ejército. Desde hace casi un año, uno de sus habitantes decidió ayudar a los heridos de la guerra a sobreponerse proponiéndoles que hagan deporte. Informe de Peggy Bruguiere y Salih Abo Qusay.
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