El versículo Juan 14:18 dice:

"No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros."

Explicación:

En este versículo, Jesús promete a sus discípulos que no los dejará solos después de su partida. Él les asegura que regresará a ellos, lo que se refiere tanto a su resurrección como a la venida del Espíritu Santo, quien les brindará consuelo y guía. La palabra "huérfanos" aquí simboliza la sensación de abandono o desamparo, y Jesús les garantiza que nunca estarán en esa condición porque Él estará siempre con ellos, incluso después de su ascensión al cielo.

Ejemplo:

Imagina que una persona se siente sola y perdida después de la muerte de un ser querido. Esta persona encuentra consuelo en este versículo al recordar que, aunque experimenta la pérdida y la ausencia física de su ser amado, Jesús ha prometido no dejarla sola. Su oración podría ser algo así:

"Señor Jesús, en este momento de dolor y soledad, me aferro a tu promesa de que no me dejarás huérfano. Sé que estás conmigo, incluso en medio de mi tristeza. Te pido que me des consuelo y paz, y que me hagas sentir tu presencia de manera tangible en mi vida. Gracias por tu amor constante y por nunca abandonarme. Amén."

En este ejemplo, la persona encuentra consuelo en la promesa de Jesús de estar siempre presente y de no dejar a sus seguidores solos, dándoles esperanza y fuerza para enfrentar las dificultades.

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