Bunker de Hitler en Berlín y tour por Berlín.
El 2 de mayo, los soviéticos entraron e inspeccionaron todo cuidadosamente. Las primeras Esta era la entrada con la torre con este característico tejado, al fondo vemos el edificio de la cancillería que también acabará desapareciendo. Esta obra colosal mandada construir por Hitler y en el que encontramos los imponentes despachos que tantas veces hemos visto representados en películas.

En las fotos de los soviéticos también vemos la zanja en la que fueron incinerados Hitler y Braun. Este agujero se había formado por el impacto de un proyectil soviético y fue aprovechado por los miembros de las SS para arrojar los cuerpos y rociarlos con gasolina.
También se tomaron fotografías en el interior, se aprecia que el búnker fue incendiado y saqueado por los soviéticos, aquí vemos un cuadro y también una caja fuerte reventada. También se tomaron fotografías del lugar en el que Hitler se suicidó junto a Eva Braun. En la parte derecha del mueble se ven restos de sangre.

Con la guerra ya ganada en Europa, los líderes de las potencias aliadas se reunieron en Postdam, cerca de Berlín, y Churchill acudió a visitar el búnker donde también fue fotografiado.

Dos años más tarde, en 1947, vemos cómo ha cambiado la fisionomía. Los soviéticos intentaron demoler el edificio, las torres de ventilación y la estructura de la entrada colapsaron. Durante décadas esa zona quedó semiabandonada.

En el año 1957, hubo más demoliciones, las entradas fueron cubiertas y el suelo nivelado y el lugar se convirtió en un aparcamiento. Con la construcción del Muro de Berlín, el lugar permaneció en la parte de la Alemania soviética.

Entre 1985 y 1989, se construyó un complejo de apartamentos, y para levantarlo había que cimentar y excavar siete metros de profundidad por lo que el búnker volvió a ver la luz. El resto de los espacios fueron cubiertos con grava, arena y escombros. En la superficie se creó el parking actual y una pequeña zona verde con un parque que apenas ha sufrido variaciones.

Pero antes de que las obras concluyeran, en el verano de 1987, un veinteañero de la Alemania Oriental se coló en el búnker y tomó las que, a día de hoy, son conocidas como las últimas imágenes del interior del búnker.

Se quitó el tejado, pero el suelo y algunas paredes se mantuvieron por el alto coste que hubiera supuesto su extracción. Recordemos que estamos hablando de un búnker con unas colosales paredes de hormigón de entre 3,5 y 4 metros de espesor.


Robert Conrad se disfrazó de albañil y se coló en el búnker


Hasta el año 2006 no se colocó una placa identificativa del emplazamiento, los turistas no sabían exactamente dónde se encontraba el lugar.

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