Irán ha declarado que responderá con "máximo dolor" a los responsables del asesinato de un renombrado científico nuclear iraní el mes pasado. Mohsen Fakhrizadeh, director de un programa que Israel y Occidente tildan de operación militar dirigida a buscar la viabilidad de construir un arma nuclear, fue asesinado el viernes pasado en una emboscada acaecida en las afueras de Teherán.
Irán ha culpado a Israel de la muerte de Fakhrizadeh, y afirma que Israel lleva mucho tiempo librando una guerra encubierta contra Teherán y sus representantes en la región. Las autoridades israelíes han negado las acusaciones del asesinato, y nadie ha reivindicado la responsabilidad del crimen. En un gesto de desafío, el Parlamento iraní propuso una ley este martes dirigida a poner fin a las inspecciones de sus instalaciones nucleares por parte de Naciones Unidas, y que requeriría al Gobierno impulsar su enriquecimiento de uranio si los signatarios europeos del acuerdo nuclear de 2015 no alivian las sanciones sobre el petróleo y la banca. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Saeed Khatibzadeh, declara que el Gobierno considera que la propuesta de ley no es necesaria ni útil.
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