El antiguo VEGAPULS WL 61 se instaló demasiado cerca del borde del estanque de la unidad de postespesamiento de Alzey. El soporte era demasiado corto, lo que provocaba señales de fallo debido a la cercanía de la pared del estanque. El ángulo de apertura del sensor de 26 GHz era demasiado amplio para hacer frente a las condiciones predominantes.

El nuevo sensor radar VEGAPULS con 80 GHz ya no tiene ningún problema en este punto. Su estrecho ángulo de apertura tiene una menor dispersión y, en consecuencia, los empleados ya no tienen que lidiar con las señales de fallo.

En este caso, cuanto más estrecho es el ángulo, más tranquilo es el día a día.

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