En 1930, a orillas del arroyo Grande, se formó Andresito, un pueblo de pescadores que vivía en los márgenes del río y entre los montes. A finales de la década de 1930 se empezó a contruir el puente sobre el arroyo y varias personas que trabajaban en la contrucción del mismo se instalaron allí con sus familias.
Andresito lleva el nombre en honor a Andrés Guazurari, uno de los indios más cercanos a Artigas, que lo adoptó como hijo.
50 años después, se construyó la represa del Palmar y el pueblo quedó bajo agua. Casi 400 personas tuvieron que abandonar sus casas y sus tierras.
El pueblo Andresito se trasladó a cinco kilómetros. Hoy el pueblo sumergido es el "pueblo viejo", al que los vecinos recuerdan con nostalgia.
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