Radicales del Cornellà esperaron el bus de los aficionados castellonenses, donde había mujeres y niños, a su llegada a Barcelona, con sillas, palos y objetos contundentes.
Imágenes que son más propias de otra época, vuelven a ensuciar el nombre del fútbol. Cuando creíamos que los radicales no tenían más cabida en este deporte, estos se han empeñado en volver con más fuerza que nunca. Hace una semana fuimos testigos de los lamentables cánticos a Vinicius en el Metropolitano, y ayer, las redes sociales, se hicieron eco de la violencia gratuita de unos aficionados de Cornellà que increparon a los aficionados de Castellón a su llegada a Barcelona.
